Trilogía Carmen Mola: La novia gitana (reseña literaria)

 

Ficha técnica

Título: La novia gitana

Autora: Carmen Mola

Editorial: DeBolsillo

Año de edición: 2022

Páginas: 403

 Sinopsis

Susana Macaya, una joven gitana educada como paya, desaparece tras su despedida de soltera. Dos días después, su cadáver revela que murió torturada en un ritual insólito y atroz, como el que sufrió su hermana siete años atrás, en vísperas de su boda. Sin embargo, el asesino de esta última cumple condena en prisión. ¿Acaso alguien ha imitado sus métodos o hay un inocente encarcelado?

La inspectora Elena Blanco, amante de la grappa, el karaoke, los coches de coleccionista y las relaciones sexuales en todoterrenos, deberá indagar en una comunidad llena de secretos para descubrir quién pudo vengarse con tanta saña de ambas novias.

Reseña

Carmen Mola, me viene “molando” desde que protagonizara la polémica del Premio Planeta 2021. Por que sí, Carmen Mola es un seudónimo, un sobrenombre, utilizado por tres autores: Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, que sus razones tendrán para hacerlo y yo no se las voy a discutir en esta oportunidad.

Y, aunque pareciera que me dejé arrastrar por la marea de lo que está de moda en la comunidad literaria en español, la realidad dista mucho de ser así. Conocía a Carmen Mola desde hacía mucho, solo que no me decidía a dar el paso porque le tengo miedo a los éxitos editoriales, especialmente cuando vienen aparejados a un hype de redes sociales. Pero eso también es tema para otra publicación.

Gracias a Cuesta Libros y un mega especial de estuches literarios, decidí darle por fin la oportunidad. Con esto quiero dejar más que claro que no sé si al final he terminado leyendo a Carmen Mola porque lo deseaba o si fue porque mis finanzas me lo permitieron. Lo que si sé, y es de lo que esencialmente trata esta publicación, es que compré el estuche que trae la “Trilogía de Carmen Mola” (que no es trilogía, porque existe un cuarto libro, pero yo andaba en Belén con los pastores), y ya leí el primer libro: La novia gitana.

Y ya que terminamos con la mini cronología, vamos a lo que vinimos, hablemos de La novia gitana de Carmen Mola.

—Si te apetece, vuelve atrás y lee la sinopsis para que más o menos entiendas todo lo que viene… y si lo has leído, por favor, déjame en los comentarios tus impresiones. —

 La novia gitana se vende como una novela negra, se lee como un thriller y deja la sensación de que algo estuvo bien, pero le faltó —opinión impopular—. Es como cuando yo cocino arroz blanco: siempre le falta ese toquecito de sal, mínimo, que por alguna razón termina sedimentado junto al cocón —si no sabes de que estoy hablando, pregúntale a un dominicano o googlealo—. O sea, el arroz blanco me queda bueno, peerooo… ¡En fin, que ya me habrás entendido!

Lo mismo pasa con La novia gitana: le falta algo. Pero, al mismo tiempo, ese algo que le falta es lo que te provoca seguir leyendo, pese a que la actitud de Zárate te caiga como piedra y que la forma de “investigar” de la Brigada de Análisis de Casos se quede corta, muy-muy corta, frente a la visión que te quieren meter los autores desde el inicio de la novela de que se trata de una división tan poderosa, con grandes recursos y una llave maestra que abre todas las puertas.

Hasta ahora he ido entremezclando lo bueno, lo malo, lo pasable y lo desabrido… pues seguiré así. Y es que en esta reseña no voy a opinar negativamente de un libro, tampoco voy a lanzarle laureles… simplemente me voy a enfocar en lo que me generó a mí como lectora. Y puede que se haga muy largo todo esto, así que si quieres dejar de leer en este punto, adelante, que no me voy a incomodar. 

Gracias por quedarte.

Volviendo a La novia gitana, la historia comienza con el descubrimiento del cadáver de Susana Macaya, una joven de veintitantos años que estaba a punto de casarse y que, justamente, desapareció la madrugada de su despedida de soltera. Y desapareció es un decir, porque la verdad es que nadie, ni sus padres, ni el novio, ni la mejor amiga, habían denunciado su ausencia. En fin, que su cadáver aparece en una zona de Madrid a la que podríamos llamar desierta, algo paupérrima, entre otras cosas, y pareciera que era un trabajo para la policía común, es decir, para Ángel Zárate y su compañero.

Solo que la cosa no es así. Susana Macaya ha fallecido de una forma muy específica—que no voy a mencionar porque no sé si es spoiler o no— y ya alguien más había muerto en las mismas circunstancias: su propia hermana. Todo esto se aliña con un giro dramático: el asesino, o supuesto asesino, de la primera hermana está cumpliendo condena. Ante esto, se decide que el caso debe ser tratado por los mejores especialista de la policía española, por una división que es tan especial que los propios policías la veían como una quimera, mejor que la Guardia Civil… o sea, lo mejor de la bolita del mundo.

Y, Elena Blanco es la inspectora jefe de esa división tan especial. Hasta aquí todo bien; pero lo que sucede a lo largo del libro es que me ha dejado con un sabor neutralmente “estimulante”.

Lo dicho con anterioridad: los autores me vendieron a la Brigada de Análisis de Casos como un coloso super poderoso y con esta parte—y con Zárate— es que yo tengo problemas. No con la historia (que bien pudieron ahondar en algunos puntos), no con la construcción de los personajes (aunque Zárate es un metiche irredento), ni siquiera con la ambientación ni con ciertas particularidades de Elena Blanco (que en mi opinión la quisieron hacer “molar” más de la cuenta), solo con esa parte.

Y es porque siento que la historia dependió mucho de lo que podía o no podía hacer la Brigada de Análisis de Casos, o la BAC. Y esto me hace remontar, sin proponérmelo, a las historias de Juan Gómez Jurado en el universo de La Reina Roja, en el sentido de que aquí vemos una organización que si tiene lo que vende: alta tecnología, acceso cuasi ilimitado a lugares y personas… o sea, no me cojean por recursos en la investigación.

Sí, yo sé que los obstáculos a la investigación son lo que generan expectativas, pero ya bastante he leído de este tipo de historias para saber que no es lo mismo una investigadora aficionada y un policía común (como pasa en la saga de Los crímenes de Fjällbacka de Camilla Lackberg), que un equipo de investigación especializado.

Esta discordancia hizo que la historia de La novia gitana se me volviera no poco creíble, sino más bien lenta, como si estuviesen dando palos a ciegas a una piñata inexistente.

Ahora bien, algo bueno de los autores es que saben manejar la intriga; yo acusé a todo el mundo, comenzando por el supuesto novio, aunque la identidad del verdadero asesino y el motivo no me gustaron, lo sentí muy sacado de los pelos.

O sea, la vuelta de tuerca que le dieron a la última parte del libro fue lo que más inverosímil me resultó, pese a que en la trama lo sostienen en parte en los propios temores de Elena y en que el asesino tenía siete años de fría planificación. Perooo, es que al final el asesino pudo con dos agentes de la policía experimentados y era un simple, un simple… no voy a decir que era, porque voy a revelar quien es y no quiero que me cancelen.

Otra cosa que me chocó un poco como lectora, fue la mezcla de tópicos: cultos religiosos, mafia familiar, una misteriosa red oscura (purpura), secuestros, desapariciones, trastornos mentales… Digo, que a La novia gitana no le faltaría nada para ser un sancocho dominicano tradicional. Aunque, no me sazona completamente bien ninguno de los tópicos, y eso como que no va.

Entiendo que se trata de una trilogía, o tetralogía, que cada libro va a rellenar los huecos de los anteriores (supongo yo), pero una cosa es eso y otra dejarme con más preguntas que respuestas.

Y luego de todo esto, ya para finalizar, ¿Cuál es mi veredicto?

¡Léela, y decide tú! Porque lo que soy yo me quedé a medias y con el gusanillo de la duda alterado. Ya comencé el segundo libro, La red púrpura, y ese sí que empezó potente. No llevo más que treinta páginas leídas y me han dado deseos de vomitar 800 veces, ya podrías calcular la potencia.

Al final, con el primer libro de Carmen Mola, mi reserva de leer libros muy hyppeados se mantiene. Tarjeta amarilla, porque sí voy a leer los próximos dos libros, o eso creo, para ya terminar de formarme una visión completa.

Seguiré actualizando.

—Y ustedes ¿Qué están leyendo? —

Yo estoy leyendo tres libros al mismo tiempo: La red purpura, Libera tu magia y Señoras que se empotraron hace mucho… los tres a paso de tortuga, porque no me da la vida (o sí, pero no sé gestionarme).

Recordatorio amistoso: “Lee, lee de todo y de la forma que más te convenga… pero lee.”

¡Hasta una próxima publicación!

 


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