RESEÑA: UNA EDUCACIÓN DE TARA WESTOVER.
Título: Una educación.
Autora: Tara Westover.
Genero: Novela autobiográfica.
Publicado: 2018.
Páginas: 472, en español.
Versión leída: Ebook.
Sinopsis:
«Podéis llamarlo transformación.
Metamorfosis. Falsedad. Traición. Yo lo llamo una educación.»
Nacida en las montañas de Idaho, Tara Westover ha crecido en armonía con
una naturaleza grandiosa y doblegada a las leyes que establece su padre, un
mormón fundamentalista convencido de que el final del mundo es inminente. Ni
Tara ni sus hermanos van a la escuela o acuden al médico cuando enferman. Todos
trabajan con el padre, y su madre es curandera y única partera de la zona.
Tara tiene un talento: el canto, y una obsesión: saber. Pone por primera
vez los pies en un aula a los diecisiete años: no sabe que ha habido dos
guerras mundiales, pero tampoco la fecha exacta de su nacimiento (no tiene
documentos). Pronto descubre que la educación es la única vía para huir de su
hogar. A pesar de empezar de cero, reúne las fuerzas necesarias para preparar
el examen de ingreso a la universidad, cruzar el océano y graduarse en Cambridge,
aunque para ello deba romper los lazos con su familia.
Opinión personal:
Es casi imposible establecer si “Una educación”
es un libro de ficción lacrimosa si no se ha leído antes la sinopsis. Pero, por
mucho que de rabia saberlo, se trata de una novela autobiográfica; es decir,
que la pequeña Tara que nos va revelando sus recuerdos, los pensamientos
escritos en sus diarios, es la misma autora que años después escribió su propia
historia.
¿Es una historia escrita con la pluma de la
auto conmiseración? En mi opinión no lo es. Más bien es una historia cruda y
muy real; la historia de una niña que vivió atrapada en la psicosis, tremendamente
dañada, de los adultos que debían hacer de ella un ser humano integral en todos
los sentidos.
Criada dentro de una familia mormona
fundamentalista, la autora tuvo una vida bastante extraña desde nuestro punto
de vista: no fue inscrita en el registro civil, no fue vacunada, tampoco
recibió una educación elemental o secundaria laica (apenas sabía los
conocimientos rudimentarios de lectura) y jamás fue llevada a un medico pese a
que hubo episodios en su vida en que lo necesitaba. Pero es a través de la
música, que conoce a través de uno de sus hermanos mayores, que Tara se va
abriendo al mundo exterior… aunque continuamente se recrimina por ser una
impía.
Catalogada como “endemoniada”, “divisora
familiar”, “ramera” y otros tantos términos despectivos, Tara abandona el seno
familiar decidida a hacerse música. Aunque su visión inicial era retornar a su
pueblo natal y a su iglesia, la vida en la universidad y tener contacto con
otros mormones, va cambiando su perspectiva.
Es muy importante notar algo en esta novela y
es el anhelo innominado de la pequeña Tara de una figura protectora en su vida,
esa función que su padre jamás cumplió, y que ella identificó con su hermano
Shawn. ¿Por qué vio ella en Shawn a la figura protectora? Porque él aparentaba
cuidarla; evitó que se cayera de un caballo desbocado, la cuidaba mientras
estaba en sus ensayos de teatro, la llevó con él a recorrer parte del país…
pero esa figura se fue trastocando en un monstruo peor que su padre y de ese
hermano que ella veía como su héroe y salvador recibió el peor maltrato posible
pues logró dañar su mente al punto de que ella justificaba sus acciones a costa
de su propia integridad física, psicológica y moral.
¿La historia de Tara Westover fue la de una
crisálida que de un momento a otro se convirtió en la hermosa mariposa? No,
nada que ver. En su historia vemos a un ser humano dañado en su fibra más
profunda, vemos a alguien incapaz de reconocerse o dejar que la reconozcan,
vemos a una niña y a una mujer luchando cada día con el deseo de aceptación
quien hasta el final de su historia (la que nos ha contado) sigue planteándose la
cuestión de si lo ha hecho bien o debería volver a su familia.
Pero también vemos a un ser humano en franco
modo de supervivencia; y es encomiable, y doloroso, ver que esa niña tuvo que auto
educarse para liberar su mente de lo que aprendió de pequeña y no puedo evitar
preguntarme cuán doloroso debió ser para ella descubrir que nada de lo que
había vivido estaba bien, que ningún ser humano debe vivir una vida así, en
constante miedo y con su vida en manos del sino; lo doloroso y desolador que
debe ser para esta autora despertar todos los días sabiendo que su familia la
rechaza por intentar tener una vida, aunque las explicaciones sobren.
Esta historia me llegó al alma; en cuanto a la
forma en que está escrita me parece que es excelente. No hay puntos en contra a
no ser que se nota una construcción del lenguaje mucho más técnico quizás debido
a la extensa preparación de la autora.
¿Qué enseñanza deja leer este libro cuyo
título es “Una educación”? La enseñanza más valiosa de todas: que nosotros
mismos somos capaces de crearnos nuestra educación; que somos prototipos de un Pigmalión
a la espera de su transformación, y que esta únicamente dependerá de lo
dispuestos que estemos a sufrirla.
Muy buena reseña.
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