RESEÑA: EL ZORRO, DE FREDERICK FORSYTH
©Anayra Pimentel, 2019
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TÍTULO: EL
ZORRO.
AUTOR: FREDERICK
FORSYTH
AÑO DE
PUBLICACIÓN: 2019
EDICIÓN LEÍDA:
2019, EDITORIAL PLAZA JANÉS
PÁGINAS: 280
PÁGINAS.
La lectura abre
caminos y destinos muy variados y a los cuales de otra manera sería
difícil acceder, esa es una máxima que solamente aquellas personas
ajenas al oficio del lector podrían llegar a contradecir. Y no sólo
el lector conoce ciudades, países y mundos distintos, también
situaciones y épocas de la historia humano que, por una razón u
otra, no llegarían a sus oídos.
Casi todos los
lectores manejamos al dedillo muchos de los aspectos, giros
políticos, dramas humanos y ejemplos de humanidad pura ocurridos en
la Segunda Guerra Mundial, de igual manera como sabemos un montón de
cosas sobre las antiguas civilizaciones que nos han precedido, como
la sumeria, la egipcia, la griega, la sajona, mencionando algunos
casos.
Si bien es cierto
que no todas las novelas se apegan con claridad histórica a los
hechos, no menos cierto es que cada autor abarca datos reales y de
fuentes fidedignas, como es el caso de Diana Gabaldon con su serie de
libros “Forastera”, y en lo que a esta reseña respecta:
FREDERICK FORSYTH.
F. Forsyth no es un
autor que necesite de muchas vueltas para presentarse, ya que tiene
sobre su espalda el mérito de haber sido el modernizador de género
del thriller cuando publicó
Chacal, una
novela que combina a la perfección la documentación periodística
con un estilo narrativo ágil y rápido. De su extensa bibliografía
he leído El manifiesto negro, El puño de Dios
y recientemente El zorro.
También
es el autor que provocó en mí el gusto por este tipo de literatura,
que con el paso del tiempo me ha ido descubriendo un mundo de
autores, de tramas y de historias, que me sorprende cada día, y a la
cual, como aspirante de escritora, me he adherido para dar a luz a la
primera de mis creaciones (al menos, completa).
¿DE
QUÉ TRATA EL LIBRO? El zorro,
trata sobre la cuestión
de que existe un arma más peligrosa que un misil inteligente, un
submarino sigiloso o un virus informático, con la única pega de que
esta arma no hace lo que se le pide y no es controlable… o no lo
era. El autor le pregunta a su lector en la sinopsis oficial:
¿Y
si, en realidad, se tratara de un chico de diecisiete años con una
mente prodigiosa, capaz de sortear los sistemas de seguridad más
sofisticados y de manipular cualquier arma y volverla en contra de
los más poderosos? ¿Qué
no estaría dispuesto a hacer cualquier agencia de inteligencia para
tenerlo de su lado? Hay
que encontrarlo y capturarlo. O protegerlo y salvarlo. Pase lo que
pase, él es capaz de decantar la balanza del poder
mundial y no debe caer en las manos equivocadas, porque lo que podría
ocurrir a continuación es impensable...
EXPERIENCIA
LEYÉNDOLO: Debo ser sincera
pese a la “veneración” que le tengo al autor, y es que la
lectura de este libro me decepcionó.
Esperaba más: una trama más sustanciosa, un juego de inteligencia
política más controvertido, y una razón de fondo un poco más
cataclísmica, por decirlo de alguna forma.
En
relación con los dos libros que había leído de este autor, este me
apreció flojo, y creo que esa misma historia tenía más que
ofrecer. Entiendo que Forsyth no quisiera alejarse demasiado de la
realidad actual, pero no menos cierto es que en El
manifiesto negro, sí
lo hizo con un resultado increíble. Todo el movimiento político, el
despliegue de inteligencia militar, los armamentos mencionados, la
frialdad de algunas agencias de inteligencia, me parecieron algo
sosas.
Este
libro me dejó con la sensación de que fue escrito para cumplir con
un encargo, y no movido por un tema que verdaderamente lo apasione.
Dicho de otra forma, El zorro,
es un libro políticamente
correcto; está escrito desde una óptica en la que ninguno de los
países mencionados podría sentirse realmente ofendidos, y no deja
ver si en el fondo está el peligro de una guerra o de una pandemia.
Y el final me dejó desangelada: el mayor genio de la historia tuvo
un final ordinario.
Está
bien que uno quiere que un chico de diecisiete años pueda disfrutar
de su vida libremente y sin ser el juguete de las potencias, pero de
ahí a quitarle lo que lo hacía más especial y prácticamente
desecharlo como basura, no me cuadra y me sabe a un final para salir
de paso.
PUNTUACIÓN: 3/5