RESEÑA: LA MUJER EN LA VENTANA, DE A.J FINN
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©Anayra Pimentel, 2019 |
Si
me hubiesen preguntado hace unos diez años antes sobre cuáles
géneros literarios me gustaban más, mi respuesta automática
hubiese sido: la clásico greco-romana, la fantasía del medioevo y
los románticos europeos, salpicado aquí y allá de contados
escritores latinoamericanos. No hubiese respondido sobre el género
de suspenso, misterio o investigación.
Mi
“causa” para no sentirme atraída en los más mínimo por este
tipo de literatura pseudorealista se debía a que no quería leer
sobre temas que podía ver a través del televisor, en los
noticieros, o en Youtube, donde abundan al 10x1 canales
conspiranoicos y bizarros. Pero (siempre hay un pero), la necesidad
obliga a que nos replanteemos desde los gustos más sencillos hasta
las creencias que creemos inamovibles. Un buen día me vi sin nada
que leer. Ya había repasado casi toda la saga de la Tierra Media de
J.R.R Tolkien, al menos la que tenía al alcance, los libros de Harry
Potter eran como un guion repetido al cansancio dentro de mi cabeza,
y Crepúsculo se me había quedado corto.
Así
que tuve que hacer de tripas corazón y hacerme con el primer libro
que había en la casa de los que yo juraba no me gustaban; “El
manifiesto negro”,
de Frederick Forsyth. Lo comencé a leer sin muchas expectativas, y
el resultado fue que ¡me encantó! Y quedé enganchada por ese tipo
de literatura en la que mezclan una problemática muy mundana, muy
realista, muy de actualidad, con el trasfondo psicológico de
personajes tan profundos e imperfectos como cualquiera de tus
vecinos. La adrenalina de una trama ágil y enrevesada, en la que no
logras saber el contorno del camino mientras lees, o que da pie a que
pienses en las más locas soluciones, es sumamente envolvente y
atrapante.
Hace
tres años conocí a Camilla Lackberg, una escritora sueca del género
investigativo. Me quedé enamorada de su pluma, de la agilidad con la
que maneja tanto la trama misteriosa, como la intríngulis de la vida
de la protagonista, y como la vida de esa mujer está relacionado de
una forma u otra con lo que se cuenta. Después de conocer la saga de
los Crímenes de Fjallbacka jamás he vuelto a menospreciar el muy
lucrativo y atractivo mundo de la literatura “thriller”.
Así
que cuando vi en el aparador “La mujer en la
ventana, de A.J Finn”
y leer la sinopsis en la parte trasera, no dudé ni un momento para
decidir hacerme con el libro. Decisión de la que no me arrepiento en
lo más mínimo, pues podría catalogar su lectura como una de las
mejores que he hecho en el año.
¿DE
QUÉ TRATA EL LIBRO? Anna
Fox vive sola, recluida en su casa de Nueva York, sin atreverse a
salir. Pasa el día chateando con desconocidos, bebiendo vino (quizás
más de la cuenta), viendo películas antiguas, recordando tiempos
felices... y espiando a los vecinos.
Entonces
llegan los Russell al barrio; una pareja y su hijo adolescente. La
familia perfecta. Hasta que una noche Anna ve algo desde su ventana
que no debería haber visto. Todo su mundo empieza a resquebrajarse y
sus propios secretos salen a la luz. ¿Qué ha visto? ¿Y qué ha
imaginado? ¿Quién está en peligro? ¿Y quién está manipulándolo
todo? En este thriller absolutamente fascinante, nada ni nadie es lo
que parece.
“La
mujer en la ventana, de A.J Finn”
me sumergió en un estado de ansiedad lectora tremendo; o sea, el
autor consigue meter al lector en la piel y mente de Anna Fox a un
nivel en el que sientes o sientes lo que ella pasa. Sientes su
encierro, el poder de los fármacos en su sangre, y llegas a un punto
en el cual no sabes sí ella está realmente loca, si su familia vive
en otro estado lejos de ella o si simplemente todo es producto de los
delirios de una loca metida en un psiquiátrico
(que hasta las últimas páginas del libro era mi opinión), y
termina contigo en la parte más álgida del circo emocional,
brindándote
un final rápido e inesperado.
Nada
de cuentos de hadas; “La mujer en la ventana,
de A.J Finn”
es cruel a su manera. Una mujer vilipendiada por sentimientos de
culpa que el resto de los que la rodean no hacen más que alimentar a
medida de que la dejan sola a merced de sus dependencias y temores.
Pero también una mujer muy inteligente, que conoce de
primera mano el comportamiento humano (es psicóloga,
aunque también humana y proclive a dejarse llevar por sus
sentimientos), que encerrada como tal crea a su alrededor un universo
personal para no caer en la locura total.
Recomiendo
su lectura si se gusta de leer este tipo de narrativa psicológica,
la que te atrapa en la mente del personaje (o de los personajes) y te
envuelve en sus vidas, atrapando todos tus sentidos. Es una lectura
rápida, de esas que ayudan a acortar los caminos y el tiempo de
espera en algún lugar. No es nada pesada, y da muchos deseos de
beber vino mientras vas leyendo, ¡eso seguro!
PUNTUACIÓN:
4.5/5